Conferencias virtuales sostenibles: fomentar la inclusión y la preservación del medio ambiente

Los viajes intercontinentales para conferencias son un modelo que debería haberse cuestionado y reformado hace tiempo. Los investigadores llevan años debatiendo el paso al espacio digital, cuando Covid-19 obligó a que las conferencias virtuales sostenibles se convirtieran en la nueva normalidad. El paso a las tecnologías digitales no sólo tuvo importantes efectos en la sostenibilidad medioambiental y económica de las conferencias, sino que también puso de manifiesto sus positivos efectos sociales. Los autores de este artículo comparten su experiencia sobre la sostenibilidad de los eventos virtuales mundiales.

La sostenibilidad de los eventos virtuales va más allá de las emisiones de carbono

Debido a los elevados requisitos de recursos y a las emisiones de los viajes, las conferencias académicas han sido un tema muy debatido, especialmente por los investigadores de la sostenibilidad. También por los del Smart City Innovation Lab (SCIL) de Lisboa, que tomaron la iniciativa de utilizar una plataforma de conferencias virtuales para celebrar la conferencia GRONEN de este año sobre el tema "Sostenibilidad en la era digital". La plataforma SCOOCS (anteriormente) iChair ha acogido múltiples eventos desde entonces y ha revelado paso a paso cómo las conferencias virtuales afectan poderosamente a todos los aspectos de la sostenibilidad, es decir, el medioambiental, el económico y el social.

Conferencias virtuales sostenibles: una oportunidad para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU

Aunque las consecuencias medioambientales y económicas no son una gran sorpresa, un reciente evento virtual del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también reveló las consecuencias sociales positivas. El PNUD inició este año el foro Business Call to Action (BCtA) con participantes de todo el mundo para debatir modelos de negocio inclusivos, en su mayoría facilitados por las modernas tecnologías. Al acoger el BCtA de este año en formato virtual, demostró que las conferencias virtuales tienen el potencial de ser precisamente las que permiten las tecnologías modernas.

Internet tiene un gran potencial, pero también plantea un reto fundamental: ¿se puede ofrecer una experiencia de conferencia "real", que haga que todos se sientan parte de una comunidad y cree un sentimiento de unión? La respuesta es más matizada. Probablemente no se pueda ofrecer una experiencia de conferencia "real", pero la conferencia virtual ofrece una "nueva", que permite interactuar con partes de la comunidad que de otro modo nunca se habrían conocido.

Lanzado en las Naciones Unidas en 2008, BCtA pretende acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS ) desafiando a las empresas a desarrollar modelos de negocio inclusivos que involucren a las personas en la base de la pirámide económica. En el foro virtual BCtA de este año, la interacción social se preservó bajo una luz completamente nueva. La celebración virtual del evento permitió a los participantes de todo el mundo iniciar contactos a través de funciones innovadoras, como una ruleta virtual que emparejaba aleatoriamente a las personas para que se conocieran en un videochat.

El abaratamiento de las entradas y la separación del tiempo y el espacio hicieron que el acto fuera mucho más accesible, sobre todo para aquellos grupos que, de otro modo, no habrían tenido la oportunidad de asistir en un entorno físico: personas con discapacidad, padres de niños pequeños y quienes sencillamente no habrían podido permitirse la entrada o los gastos de desplazamiento. Son sólo algunos ejemplos que subrayan el gran impacto social de los eventos en línea. Una encuesta realizada por Science Careers en 10 reuniones de sociedades científicas con sede en EE.UU. muestra una evolución prometedora en este sentido, ya que constata que, en una gran variedad de disciplinas, la mayoría registró una asistencia no sólo mayor, sino muy probablemente más diversa que en años anteriores[1].

Las conferencias virtuales pueden ahorrar emisiones de carbono equivalentes a las de ciudades más pequeñas

Cuando se habla de la sostenibilidad de las conferencias en línea, lo primero que suele venir a la mente es la sostenibilidad medioambiental. Antes de la pandemia, muchos académicos eran viajeros frecuentes, que tomaban vuelos de larga distancia para asistir a conferencias, escuelas de verano y talleres. Aunque la mayoría de nosotros, sobre todo los investigadores de la sostenibilidad, éramos conscientes del impacto negativo de las emisiones de la aviación.

Como han demostrado estudios recientes, la suma de los viajes asociados a la asistencia a una gran conferencia académica puede liberar tanto_CO2 como una ciudad entera en una semana. Se calcula que cada uno de los 7,8 millones de investigadores del mundo genera entre 0,5 y 2 toneladas métricas de dióxido de carbono por cada viaje a una conferencia. En cambio, los organizadores de dos conferencias totalmente virtuales en EE.UU. calcularon que sus emisiones totales de carbono fueron inferiores al 1% de las de un evento tradicional "fly-in"[2].

La conferencia virtual GRONEN de este año lo vivió de forma similar: 130 asistentes habrían volado a Lisboa no sólo desde toda Europa, sino también desde América y Asia-Pacífico. Se calcula que se consiguió un ahorro medio de 1,67 toneladas de_CO2 por participante. A título indicativo, la emisión media anual de_CO2 de una persona que viva en Estados Unidos es de 20 toneladas métricas. A modo de recordatorio: Para limitar el calentamiento global a 2 °C, el nivel medio de emisión de_CO2 per cápita en nuestro planeta no debe superar las 2,1 toneladas de aquí a 2050. Ahorrar casi 2 toneladas simplemente por asistir virtualmente a un evento parece, por tanto, un paso razonable en la buena dirección.

Por supuesto, también hay que tener en cuenta el consumo energético de las reuniones en línea mediante el uso de dispositivos digitales y el almacenamiento en servidores. Según Dennis Ong, las videoconferencias consumen de media hasta un 7% de las emisiones de carbono de una reunión en persona[3].

Asistir virtualmente a nuestra conferencia es un 83% más asequible

La conferencia que GRONEN había planeado en un principio habría supuesto importantes gastos para todas las partes. Por el lado de la organización, los costes incluyen el catering y la organización física del evento; por el lado de los participantes, los costes de alojamiento y los gastos de viaje son los más elevados. Se puede calcular que cada participante ahorró unos 500 euros en concepto de hotel y, además, sus gastos de viaje, que oscilaron entre 50 y más de 1.000 euros. Además, el ahorro por parte del anfitrión permitió ofrecer las entradas un 25% más baratas. En conjunto, se calcula que asistir virtualmente a la conferencia del GRONEN resultó, de media, un 83% más asequible.

Otro recurso importante que no hay que olvidar es el tiempo. Según Christina Bidmon, investigadora sobre sostenibilidad, "hacer una breve presentación y recibir dos preguntas de un público agotado no justifica los días que pasamos lejos de nuestros escritorios". Entonces, ¿cuánto vale el tiempo de un investigador? La pregunta clave es si el esfuerzo adicional para recibir opiniones añade un valor útil[4]. De hecho, recibir opiniones en el espacio virtual puede ser tan valioso como que se almacenan, se pueden presentar incluso en una fase posterior y se pueden aprovechar los días de viaje ahorrados para ponerlas ya en práctica.

Conferencias virtuales sostenibles, ¿un modelo con potencial a largo plazo?

En tiempos de Covid-19 vemos que una comunicación científica rápida y comprensible puede ser crucial para la toma de decisiones políticas y para el nivel de aceptación de la gente. Durante la conferencia sobre sostenibilidad GRONEN, los investigadores se dieron cuenta de que las nuevas infraestructuras virtuales facilitan no sólo la obtención de conocimientos, sino también su almacenamiento y puesta en común.

Gracias al repositorio central de las conferencias virtuales, el intercambio de investigaciones se hace mucho más duradero. Las sesiones pueden repetirse, las presentaciones revisarse con detenimiento y la información de contacto encontrarse fácilmente después. Un estudio reciente concluye que una buena comunicación científica puede generar confianza epistémica y moral en el público y aceptación social, además de reforzar la legitimidad democrática[5], y no menos importante, la investigación concluye que una comunicación mayor y más transparente de los hallazgos científicos puede hacer avanzar los esfuerzos de sostenibilidad[6]. En tiempos de calentamiento global y desastres ecológicos, es necesario adoptar medidas rápidas y eficaces para lograr un comportamiento más sostenible.

Al acoger la conferencia académica GRONEN y el foro BCtA orientado al desarrollo, los anfitriones confirman que las conferencias virtuales influyen significativamente en los tres pilares de la sostenibilidad: el ecológico, el económico y el social.

¿Cómo será el futuro? ¿Seguirá siendo "lo normal" incluso después de la pandemia de COVID-19? Una encuesta informal de Nature reveló que el 80% de los 486 encuestados cree que algunas reuniones deben seguir celebrándose virtualmente[7 ]. Para seguir siendo sostenibles también en el futuro, los eventos híbridos pueden convertirse en la solución elegida. Un evento híbrido podría organizarse de la siguiente manera: algunas personas se reúnen en centros locales a los que pueden llegar en transporte público, y otras asisten desde casa. De este modo se evitan los vuelos de larga distancia y las emisiones de los automóviles. Los detractores podrían objetar que todos los que asistan desde casa estarán en desventaja desde el punto de vista de la creación de redes, lo que hará que los eventos sean más bien exclusivos. Estos problemas se verán compensados por las tecnologías digitales, como ya demuestran las aplicaciones complementarias para eventos. El futuro parece ser multimodal, con participantes sobre el terreno que pueden seguir relacionándose con todos los asistentes desde casa, manteniendo los eventos virtuales fácilmente accesibles, socialmente inclusivos y, al mismo tiempo, sostenibles.

Fuentes

[1] Sciencemag [2] Nature;Scientificamerican [3] EET [4] Nature [5] Frontiersin [6] Tandfonline [7] Nature